El Manifiesto de Cartagena es el título utilizado
por la historiografía tradicional para dar
a conocer un documento leído por Simón Bolívar ante el Congreso de Nueva
Granada en la Ciudad de Cartagena de Indias, el cual está registrado como Memoria
dirigida a los ciudadanos de la Nueva Granada por un caraqueño Ese caraqueño no es otro que Simón Bolívar. Un
hombre de ideas liberales que llegó para ofrecerse y seguir luchando por la
Libertad amenazada por el enemigo común, los españoles monárquicos. Esta
memoria, según algunos testimonios, y la lógica cronológica, fue redactada en
la biblioteca privada del abogado Mordechai Ricardo, su anfitrión curazoleño
durante su destierro en aquella isla. La Memoria fue presentada el 15 de
diciembre de 1812.
Simón Bolívar, un joven oficial al servicio de la
Primera República de Venezuela, después de haber dejado perder la Plaza de
Puerto Cabello, principal fortaleza estratégica de la República bajo su
responsabilidad, termina exiliado en Curazao, recién después de haber cumplido
los 29 años de edad.
Después de superar la crisis depresiva que puso
en manifiesto en misiva que le dirigió a su general Francisco de Miranda, después
de la pérdida de la Primera República logró pasaporte para abandonar el país y
encontrar refugio en Curazao; logra pasar de lo peor que hasta ahora le había
deparado la fatalidad para transformar
su derrota militar en un elocuente acto político, dejando atrás al
soldado derrotado, y traicionado por los oficiales a su mando.
Digo elocuente político porque su discurso logró
convencer al Congreso, y depositar en él su confianza para dirigir una campaña
que comenzó en el Río Magdalena hasta la población de Cúcuta, frontera con
Venezuela. Después de demostrar sus habilidades, recibió la autorización
firmada por Camilo Torres para proceder a invadir el territorio venezolano, y
realizar una campaña que lo hizo recorrer las poblaciones andinas y los Llanos
hasta llegar por el centro del país, hasta la ciudad de Caracas, ciudad donde
su campaña fue calificada de Admirable y su persona elevada al rango de
Libertador de Venezuela.
Presentó un discurso dividido en 39 párrafos, que
a su vez podemos separarlos, para efectos de lo que podrá ser más adelante,
para el posterior análisis de su
contenido, en dos partes. En los primeros 26 párrafos, los dedica a señalar las
causas de la caída del Gobierno venezolano, como preámbulo, para que el
Gobierno neogranadino, viera reflejado el peligro que corría ante las amenazas
comunes que afrontaba aquel Gobierno; y en la segunda parte, argumenta la
propuesta de invadir a Venezuela.
El documento comienza señalando el objetivo de
libertar al Gobierno de Nueva Granada de la terrible destrucción que padeció el
Gobierno Venezolano. Se identifica como un caraqueño liberal dispuesto a
ofrecer sus servicios militares por la Independencia.
Comienza anunciando que iba a señalar las causas
de la destrucción de Venezuela y advertir a los gobiernos de América que sufren
vicios semejantes a los venezolanos, los cuales los pueden llevar a sus
respectivas destrucciones, las cuales identifica con la falta de unidad,
solidez y energía, haciendo énfasis en que el error más consecuente fue la
debilidad, la tolerancia y la ineficacia.
Argumentó que esa insensata debilidad se manifestó en la actitud manifiesta ante
Coro, la cual se declaró insurgente y se comportó como enemigo, sin que La
Junta Suprema le aplicara la respuesta adecuada para detenerlos a causa de un
trastorno moral o subversión de principios
y cosas por la aplicación errónea de
los códigos ajenos a la ciencia de Gobernar, para lo cual ofrece varios
ejemplos.
Hace énfasis en la impunidad que gozaron graves
delitos de Estado contra la salud pública como subversión a los principios
señalados anteriormente. Señala que la aplicación de doctrinas filantrópicas
que protegen la integridad de la vida llevadas al extremo se convierte en clemencia criminal, la cual destruye
gobiernos y trae consecuencias como las traídas por la tolerancia ante delitos
de lesa patria.
También se refiere a errores político militares
en cuanto a la disposición de milicias en lugar de ejércitos entrenados para la
defensa por andar aplicando de manera mecánica, los preceptos idealizados del
mundo griego, sin considerar las diferencias entre aquel mundo y el de ellos,
en cuanto a la máxima clásica que los ciudadanos son los mismos que la
defienden.
Toca el tema de las rivalidades que surgen entre
ciudades a propósito del levantamiento de los canarios de Valencia contra el
Gobierno de la Primera República. Critica el gasto burocrático excesivo y la
emisión de papel moneda sin las respectivas garantías y los señala como el golpe mortal a la República porque las
garantías eran las de una imaginaria, amén de que las debilidades que surgen de
la federación en tiempos difíciles. Aunque reconoce las virtudes de perfección
en el sistema federal, lo consideró opuesto a las naciones nacientes
acostumbradas a vivir en sistemas donde no pueden adquirir las virtudes de un
verdadero ciudadano.
El sistema federal no lo encuentra siempre
adecuado, sobre todo, en un lugar rodeado de facciones intestinas y de una guerra exterior. Es menester ubicarse
en las circunstancias de cada caso según merezcan la seguridad o los peligros,
siendo las leyes inútiles cuando no se ha podido restablecer la paz y la
felicidad. Coloca el ejemplo de la pérdida de la plaza de San Carlos, por la
tardanza burocrática en torno a la pugna de poderes locales y centrales a la
hora de tomar la decisión. Completa esta idea con la advertencia del peligro
que acecha a nuestros Gobiernos americanos.
Afirma que La división y el espíritu de partido
hicieron más daño que las armas de los españoles. Afirma que el terremoto de
marzo de 1812 no hubiese significado la ruina total si hubiese contado con una
autoridad centralizada para obrar con rapidez y eficiencia. Complementa con la
premisa de si hubiera habido un gobierno sencillo en lugar de una confederación
lánguida e inconsistente, estuvieran gozando de la libertad.
Antes de colocar en fila, el resumen de las causas
de la caída del Gobierno, critica la participación de los eclesiásticos después
del terremoto para motivar la rebelión de las ciudades y la introducción de
enemigos del país, así como la impunidad que contaba con la confabulación del
Congreso en la revuelta de Valencia donde hubo más de mil muertos, sin que la
justicia pidiera cuenta.
Termina la primera parte de su exposición
afirmando que las causas de la caída de la República deberán servir de espejo útil
para los Estados que pretendan conservar su libertad, y para la seguridad del
propio gobierno neogranadino.
En la segunda parte orienta su batería
discursiva al propósito de su presencia
ante esa institución, convencer al Congreso le autorice y le apoye para llevar
a cabo la reconquista de Caracas con el estratégico argumento de la propia
seguridad del Gobierno neogranadino.
Negándose en positivo, argumenta que la alternativa de una campaña
militar es costosa, pero que no podía eludir la necesidad de ponerla en marcha.
Bolívar los coloca de cara a la misma realidad en
que se encontraba Caracas cuando no respondió a los enemigos de Coro con prontitud cuando no se habían
fortificado, se extiende ampliando el argumento de no haber extirpado al
enemigo cuando estaban a tiempo y con la facilidad de hacerlo para evitar los
males sufridos por Caracas. Señala el peso moral que ejercen ciertas minorías
por el peso moral que ejercen sobre las mayorías como el Clero siempre adicto
al despotismo, y los europeos que viven entre nosotros y la opinión inveterada de cuantos ignorantes y supersticiosos quienes
apenas un oficial traidor llamase al enemigo, para que se desplomase todo lo
construido, tan solo por el golpe de un hombre.
El discurso persuasivo se expande a las
elucubraciones de lo que podía estarse cociendo entre las potencias. Las
posibles alianzas entre Francia y España, con los temibles y experimentados
artilleros franceses que todavía no habían encontrado su Waterloo. O de los ansiosos
oficiales españoles por regresar a
recuperar sus dominios.
Antes de terminar de persuadir a los
conciudadanos de Cartagena de las realidades políticas de finales de 1812
expone el supuesto de un fallecimiento de la fuente del poder colonial al expirar la Península, ellos refugiados
en América no dejarían a un lado su influencia religiosa, sus prestigios, y otras habilidades que
podemos deducir en su presencia. De igual manera advierte que en los puertos
principales de Venezuela recibirían con los brazos abiertos aquellos tránsfugos, refiriéndose probablemente a
los españoles fugitivos del dominio napoleónico sobre España, y podemos imaginar
el tipo influjos coloniales que arrastrarían.
En el párrafo trigésimo cuarto advierte de una
proyección geopolítica que tuvo lugar años más tarde con la invasión que sobre
Margarita y la misma Cartagena recayó con las escuadras enviadas al mando del
general Pablo Morillo, y que además podrían acompañarlo personas que podrían
mover esos resortes de la seducción y del
fanatismo, como en efecto sucedió con alguien que acompañó a Morillo desde España,
Me refiero a Feliciano Montenegro y Colón.
En los últimos párrafos, ya define la propuesta
concreta: pacificar nuestras provincias
significa estar listos para enfrentar
los enemigos foráneos, sobre todo pintarles el panorama de que si mantenían la
guerra fuera de sus fronteras estarían, en cierta forma garantizando la propia
seguridad. Va terminando con algunos argumentos como que los monárquicos se
estaban debilitando por debilidad de los criollos, y eran insuficientes para
guarnecer ciudades patrióticas, y que
sobre todo al llegar a Venezuela, se le sumarían los patriotas locales.
Finalmente presentó dos alternativas para tomar
la iniciativa de la guerra. Una era desde Santa Marta hasta Maracaibo y a
Barinas por Cúcuta. Corramos a romper las
cadenas de aquellas víctimas que gimen en las mazmorras , siempre esperando su
salvación de vosotros; no burléis su confianza; no seáis insensibles a los
lamentos de vuestros hermanos. Id veloces a vengar al muerto, a dar vida al
moribundo, soltura al oprimido, y libertad a todos.
Lo interesante es que el hombre de las
dificultades, emerge como el ave Fénix, a iniciar un recorrido a lomo de
bestias, y con tanta inquietud por los fines que se había trazado, que salvo
durante los siete meses que estuvo en Jamaica, cuando se detuvo, lo hizo para
siempre.
Para los efectos de quienes siguen nuestros
cursos sobre pensamiento bolivariano, Teoría Bolivariana de la Historia, y Visión
Estratégica de la Histórica, está cumplida la primera etapa propuesta para la
lectura analítica del texto. Hemos identificado las ideas principales de los 39
párrafos en que dividimos el documento, y rearmamos un resumen con las ideas
principales de cada párrafo. El texto estará listo para la etapa analítica.
E. Reverón 3 12 2014