jueves, 29 de agosto de 2013

¿De donde viene la Teoría de la Historia de la Revolución Bolivariana (THRB)? por Eloy Reverón

Las siglas THRB identifican al colectivo conformado por la comunidad adyacente al casco histórico central de la ciudad capital de la República Bolivariana de Venezuela quienes se fueron incorporando desde las aulas del Instituto de Altos Estudios diplomáticos "Pedro Gual", cuando el Sindicato de Trabajadores Bolivarianos del Ministerio del PPP Relaciones Exteriores, con el apoyo del Viceministerio para Europa, crearon la Cátedra Bolívar y Miranda. La profesora María Calderón se ocupó del tema de Simón Bolívar y el suscrito Eloy Reverón, enfocó la interpretación de Francisco de Miranda desde su visión anadialéctica de Europa. Para finales de 2008 ya habíamos construido un blog para colocar en La Red, algunos elementos para discutir en estos encuentros.
La visión anadialéctica es igual a una observación que se origina desde la periferia hacia el centro del poder mundial, pero además lleva con ella una intensión liberadora. Los primeros temas de discusión que se colocaron sobre el tapete giraron en torno a la existencia de Europa y si existía la posibilidad de conocimiento.

Desde Puerto Sucre, en marzo de 2009, el Presidente Chávez recomendaba en su Aló Presidente N 327, la necesidad de hacer lo que nosotros estábamos haciendo, pero con otro nombre. Llamó a la necesidad de hacer Jornadas de Reflexión en todos los lugares de trabajo y en los espacios culturales de las comunidades. Convocó a librar la batalla de las ideas ... la batalla por la mente del ser humano; esa batalla hay que ganarla, sin lo la ganamos no ganaremos ninguna" 
En Abril de 2009, el Blog de la Cátedra hacía eco de las palabras del presidente y llamaba a concurrir a ellas. Antes de finalizar el
año contábamos con el apoyo de la Radio Nacional de Venezuela, en la persona del antropólogo e ingeniero, pero sobre todo ingeniero de la geopolítica, quien desde su programa "Enigmas del Poder", quien de manera generosa y desinteresada promocionó la asistencia de los "usuarios y usuarias" a nuestros talleres, abriéndonos de esta manera, los micrófonos de la RNV, en invitándonos al programa para hablar de la Teoría de la Historia de la Revolución Bolivariana (THRB).

En julio de 2009, fue publicado en Argentina, el primer capítulo de Medio Milenio de Olvido, con el título Teoría de la Historia de la Resistencia India (Hacia una explicación teórica de la historia de la Revolución Bolivariana) (1) y traducido a varios idiomas.
Para junio de 2010, aquello que había surgido como la elaboración de una
matriz epistemológica para una marco teórico-histórico elaborado para una tesis de maestría en Relaciones Internacionales del Instituto de Altos Estudios Diplomáticos "Pedro Gual", estaba adquiriendo visos de una teoría o un análisis, reflexión y explicación del proceso bolivariano.   Esta matriz epistemológica fue pulida con los cambios históricos que tuvieron lugar entre 1999, fecha de redacción de la primera tesis y el 2004, cuando el tema de la Indianidad fue reinterpretado, no ya desde el marco de las relaciones interamericanas, sino que pasó al plano del Análisis estratégico en la maestría de Seguridad y Defensa Integral, realizada por el suscrito en IAEDEN 2004 2005.

Compartiendo la Teoría de la Historia de la Resistencia India y utilizando sus principios fundamentales para explicar la visión anadialéctica que Francisco de Miranda realizó al estudiar la historia, la política y las revoluciones de esa cultura que hoy identificamos como europea, nos dimos cuenta de que la historia de la resistencia india trasciende a la indianidad porque es la historia de todos los excluidos.

Pero todavía más allá de lo que vulgarmente se conoce como historia hemos planteado desde el comienzo, una teoría bolivariana para la emancipación y la integración latinoamericana y caribeña, pero no como una simple teoría para las relaciones internacionales, sino de la histórica, del concepto de praxis liberadora reflexionada por Ignacio Ellacuría. Observar y analizar desde la realidad histórica a las nuevas formas de integración que promovió el presidente Chávez desde su visión estratégica de la historia. 

 

martes, 6 de agosto de 2013

Entrevista a Amaury González Vilera Galardonado con el Premio Stefania Mosca Mención Crónica por Eloy Reverón

Sintiendo profundo orgullo les presentamos esta entrevista que nos concedió Amaury González Vilera, momentos después de haber recibido un justo reconocimiento a su trabajo de escritor,  el galardón que otorga la Alcaldía de Caracas al talento.

Con un click sobre la dirección puedes ver la entrevista.





Cuarta Feria del Libro de Caracas y el TallerTHRB por Enrique García

"Entendemos Teoría como analizar y explicar el conocimiento que se pretende transmitir. Bolivariana por su vinculación a la dialéctica de la Liberación frente a la Dominación, pero además, el sentido de integración bolivariana que advierte el filósofo mexicano Leopoldo Zea en su Filosofía como Liberación; y Taller, como un espacio donde colocar el oído sobre la realidad histórica que percibe la gente". Así define el tema de su estudio el historiador Eloy Reverón, facilitador del taller Teoría de la Historia de la Revolución Bolivariana y autor de la Teoría Bolivariana de la Historia.

La Teoría Bolivariana de la Historia fue presentada en el Taller Teoría de la Historia de la Revolución Bolivariana por su creador, el Historiador Eloy Reverón. Aunque la citada Teoría fue materia electiva en la Escuela de Historia de la U.C.V. durante el semestre impar de 2013, esta explicación y análisis de la historia avanza desde una perspectiva periférica y liberadora que tiene un proceso evolutivo que comenzó a finales del siglo pasado, cuando el historiador elaboraba el marco histórico para su tesis para optar al título de Magister Scienciatorum en el Instituto de Altos Estudios Diplomáticos "Pedro Gual".
En el programa Cultura Soberana con el periodista José Luis Silva y Ángela Rizzo 
Comenzó desde la construcción de un marco teórico para fundamentar un estudio de las relaciones del Estado Venezolano con un organismo internacional: el Instituto Indigenista Interamericano, fundado por iniciativa del presidente Lázaro Cárdenas y que celebró su primera reunión trascendente en Páztcuaro, San Cristóbal de Las Casas, México, en el año de 1942.
De derecha a Izquierda José Luis Silva, Ángela Rizzo y Eloy Reverón
El hilo conductor de la investigación realizada por Reverón acusa la relación de dominio establecida por el Estado venezolano con la Indianidad durante las últimas tres décadas del siglo XX. Haciendo exégesis o explicación del lenguaje presente en los documentos consultados se refleja la ideología colonialista en el discurso de los funcionarios encargados de ejecutar las políticas públicas relativas a la Indianidad. Esta situación se mantuvo desde la Reina Isabel hasta la Constitución Bolivariana (1999), a partir de este momento el Indio (con mayúscula) dejó de ser considerado como un menor de edad. La toma de conciencia por parte del Estado Venezolano, inicia una nueva etapa de respeto y reconocimiento por todas aquellas naciones que lo conforman.
Presentando el TallerTHRB en el auditorio del Museo de Ciencias, Caracas, frente a la Plaza Morelos
Ese marco histórico fue ampliado para una segunda tesis de maestría en el Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional IAEDEN en la corte 2004 - 2005. Las relaciones del Estado con la Indianidad fue tratado como un asunto de seguridad integral. Plantea la necesidad de llevar a la consciencia ciudadana la necesidad de traer a la realidad histórica del presente, los logros alcanzados en el texto constitucional. Entender que la relación del Estado venezolano con la Indianidad es un asunto de seguridad integral y, que además, según la nueva Ley de Seguridad y Defensa promulgada entonces contempla los asuntos de Seguridad Y Defensa como una responsabilidad que no solo compete a la Fuerza Armada Nacional sino que ahora es compartida con el pueblo organizado.
El historiador Reverón durante el segundo día de TallerTHRB en el marco de la Cuarta Feria del Libro de Caracas
  La experiencia militar vivida durante los estudios de Seguridad y Defensa Integral permitió a Reverón ampliar su panorama intelectual con la visión estratégica de la historia. La Seguridad y Defensa Integral como un asunto estrechamente vinculado a la Integración de Nuestra América como un tema de seguridad y defensa continental.
El programa del taller ya cuenta con más de 1200 imágenes para estimular la discusión sobre los temas desarrollados
Al concluir la maestría en el IAEDEN se inició un período para la reflexión donde surgieron tres asuntos muy importantes para que esta modalidad de análisis histórico se convirtiera en una explicación de la historia de la resistencia India. El primero fue la entrevista en Todos Adentro y luego preparación del tema en el Foro Social Mundial 2006 cuyo texto lo presentó al Comité Editorial de la Revista Debate Abierto  a los periodistas Modaira Rubio y Carolus Wilmer y fue publicado más de un año después:(“Teoría de la Historia de la Resistencia Indígena”, en: Debate Abierto, Fundación Debate Abierto, N 30, Caracas, 2008). El mismo fue reproducido en Indimedia de Argentina en noviembre de  2005, disponible en: ( http://argentina.indymedia.org/news/2005/11/345845.phpy ) y en Argenpres Cultural con el título de Teoría de la Historia de la Resistencia India (Hacia una explicación teórica de la historia de la Revolución Bolivariana) (1) y pueden consultarlo en: http://cultural.argenpress.info/2009/07/teoria-de-la-historia-de-la-resistencia.html
Una entre más de 1200 imágenes que proyecta Reverón para explicar su visión estratégica de la Historia

"Para el año 2008 estábamos participando presentando el tema en un diplomado sobre organizado por el Frente Bolivariano en el Instituto de Altos Estudios Diplomáticos "Pedro Gual" y en la Cátedra "Bolívar y Miranda" organizado por el Sindicato de Trabajadores Bolivarianos del MPPPRE y el Viceministerio para Europa. Desde entonces hemos seguido bajo los auspicios de SINTRMRE, investigando y discutiendo el tema". Señaló Reverón.


En el programa Crónicas Mundanas con Lideslay Bermúdez y Ángela Rizzo por Radio Nacional de Venezuela
Esa última experiencia de tres años compartiendo con los talleristas y preparando temas de interés permitió la posibilidad de ir construyendo un programa cada vez más complejo y el cual esperamos que pueda ser publicado pronto.


Contacto por el correo:  tallerthrb@gmail.com

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miércoles, 3 de julio de 2013

La Rebelión Popular de 1814 por Juan Uslar Pietri

La Rebelión Popular de Venezuela en 1814 no fue un simple acontecimiento local, natural en la lucha. Sino el suceso social de más envergadura que registra la Historia dela Emancipación americana. No encontramos un hecho igual en ninguna parte del Continente, si exceptuamos al Santo Domingo colonial, que pueda ser comparado al de Venezuela. En ningún momento se vio algo semejante en la lucha por la Independencia de las otras Repúblicas. Los ilustres Libertadores de Argentina, Cuba, Estados Unidos, Uruguay, etcétera, no se llegaron a ver en el terrible caso de Bolívar y los suyos. Por todas partes se decidían las Independencias con dos o tres batallas importantes contra las autoridades españolas.
El pueblo o era patriota o indiferente, o luchaba como simple mercenario, sin ideal y sin sentimientos por la causa realista. Pero en Venezuela, y eso es lo interesante del asunto, hubo además de la guerra de Independencia una' revolución, estructuralmente hablando, contra los patriotas que hacían la Independencia. Revolución ésta que no tuvo que ver nada con el Rey de España ni con el realismo, sino que todo lo contrario, tuvo características democráticas y niveladoras. Por eso en el estudio de la Rebelión Popular se resalta de manera poderosa la labor de Bolívar y de sus lugartenientes. Pues, además de sostener nuestros libertadores una guerra a muerte con España, mantenían una lucha contra los mismos venezolanos que peleaban por la libertad social. El libertador ha tenido que ser un hombre extraordinario, superior, para haber podido resistir aquella oleada de sangre, imponérsele y dominarla, haciéndola suya, para luego ir a luchar contra la autoridad despótica del Rey de España. El supo aprovecharla y domarla como un potro cerrero y hasta llevarla por las vías de la Independencia de la patria. Y hay que señalar, que esa Rebelión fue un movimiento tanto o más sangriento que la Jacquerie y que la misma Revolución francesa. Lo que resulta bastante extraño es que hasta ahora, si exceptuamos las formidables lineadas de nuestro gran sociólogo Laureano Vallenilla Lanz, nadie había presentado el fenómeno de la rebelión como un acontecimiento social de primera magnitud. Las pocas veces que se le ha hecho mención en la historia, es para presentar a 1814 como una explosión del realismo frenético de nuestros llaneros, pero sin ahondar jamás las verdaderas causas.

 No me explico cómo ha sido posible interpretar como realismo la rebelión por el solo hecho de decirse realista. El que haya observado un poco al pueblo venezolano, democrático hasta los tuétanos, no puede afirmar que hubiese sido éste capaz de ser  partidario del Rey y de los privilegios. En América, los portavoces de la autoridad del Monarca, los que inculcaban amor al Rey, eran los sacerdotes. En aquellas regiones americanas, como Pasto (Colombia), donde el cura tenía un estrecho contacto con sus feligreses se daba la posibilidad del caso que por presión del párroco se lanzaran los habitantes de la comarca a luchar en favor del Rey. Pero en Venezuela, donde si se exceptúan algunas de las principales ciudades, no había religiosidad en el verdadero sentido de la palabra. En sitios como en los llanos o en los lejanos campos donde era muy difícil que llegara la voz del sacerdote, donde apenas se tenían nociones vagas de lo que era el Cristianismo, mal iban a saber lo que significaba el Rey. Aquellas insurreccionadas montoneras que iban saqueando y matando blancos, cometiendo sacrilegios en las iglesias, ensangrentando altares, no podían ser jamás realistas, ni representantes del orden y la religión. Lo que sucedía era que aquellos hombres abrazaban las banderas realistas como un pretexto para satisfacer sus odios de clase, para realizar la libertad social que anhelaban. Porque de haber estado los poseedores del lado de los realistas ellos hubiesen sido, sin lugar a dudas, fervorosos patriotas. La rebelión, pues, bajo las banderas del Rey no fue más que un pretexto. En realidad, si observamos bien la actitud de nuestros congresantes de 1811, y aun la de nuestros promotores de la Independencia, veremos que sentían una intuición muy clara de lo que iba a suceder. Todos temían que se repitiese, en caso de darse libertades, las mismas escenas que azotaron a Santo Domingo a final del siglo XVIII, isla ésta donde los esclavos degollaron a los blancos dueños de las plantaciones. Temían, pues, y lo decían abiertamente que la igualdad política significaba en cierta manera abrir el dique de las "castas", y que éstas irían a perseguir, como consecuencia lógica, la igualdad social. Preveían inconscientemente lo que luego sucedió. Pues todavía estaban frescas las hazañas del zambo Chirinos, todavía se conocían las heroicas aventuras de Andresote, aun se comentaban con temor las matanzas del negro Miguel. Diariamente se veían esclavos que se escapaban de las plantaciones de sus amos para refugiarse en los bosques y llevar desde allí una vida de asesinatos camineros. Hasta que un buen día traían al negro cimarrón, y en el patio de la Hacienda, amarrado a un botalón, le daban delante de todo el negraje doscientos buenos latigazos que hacían brotar la pulpa roja de la espalda del condenado. Y solamente gracias a los discursos demagógicos de la Sociedad Patriótica, tal como lo veremos en estas páginas, es que se provoca una declaración de absoluta independencia. Pues si bien estaba en los corazones de todos aquellos congresantes, que en realidad la querían, a la vez temían que para sus intereses fuera más perjudicial que una moderada separación de España. Y luego, por sus indecisiones, aquellos hombres iban a ser las víctimas de un "Terror" mucho más sangriento y espantoso que el del 93. Pues si bien en Francia la revolución fue exclusivamente en París, en Venezuela fue en todas partes, principalmente en el campo. La nuestra fue mucho más popular entre las masas que la francesa. Más agraria que citadina. Boves, Rosete, Antoñanzas, Diegote, Morales y el zambo Machado penetraron mucho más dentro de la psicología de su ambiente que Robespierre, que el carnicero Legendre, que Marat, que Saint-Just, que Maillard Baboeuf y tantos otros. Fueron estructuralmente más revolucionarios y mucho más emprendedores que los apóstoles del jacobismo. Prueba de esto fue el cariño que las turbas revolucionarias sintieron por ellos a la hora de la desaparición. Cuando murió Boves sólo hubo un inmenso silencio a su alrededor. Nadie entre sus hombres aplaudió el lanzazo que le sacó las entrañas. En cambio, cuando Robespierre fue guillotinado y su cabeza destilando sangre fue ofrecida al público, el pueblo aplaudió hasta calentarse las manos, y las viejas tejedoras rieron hasta más no poder enseñando sus dientes negros al cielo de París. Por eso es injusto callar la Rebelión del catorce. No solamente en lo que respecta al interés social que significa tal movimiento, sino porque es necesario destacar que los triunfadores de La Puerta, la Villa de Aragua, San Marcos y Urica fueron tan venezolanos como los de Carabobo, Vigirimas, Araure y San Mateo. La rebelión es un hecho venezolano, provocado por condiciones extrañas a nuestra verdadera conciencia nacional, tal como fue el clasicismo colonial. Pero nunca por estar aquellos sangrientos lanceros en contra de la patria que les vio nacer. Los hombres de Bolívar y los de Boves luchaban regando generosamente su sangre por ideales que, aparentemente distintos, convergían en la libertad. En la elaboración de este trabajo he seguido un orden hasta cierto punto clásico en la narración de los acontecimientos. Pero, como lo notará el lector, he saltado por todos aquellos sucesos, que sin poseer un interés extraordinario para la historia, no tenían nada que ver con la rebelión popular, propósito de estas páginas. Por eso aquí se encuentran algunos puntos que corrientemente apenas se mencionan, bastante desarrollados, y otros en cambio apenas esbozados. En la composición de los capítulos he buscado más que todo el suceso, el hecho destacado, el lugar o la frase. En la realización de los acontecimientos y en las descripciones he seguido la sistemática moderna que exige el origen y la fuente de cada afirmación que se hace. En la bibliografía, a pesar de no encontrarse casi libros ni documentos de la época que estudiamos por la ausencia prácticamente total de hombres que escribieran memorias o conservasen apuntes, hemos preferido el "yo vi" o el historiador de la época que conoció a los actores y a las víctimas, que el especialista moderno. Al propio tiempo de haber destacado el sentido estructural de los acontecimientos, tanto sociales como económicos, he tratado de remozar, de darle nueva vida, al viejo método de "colorido ambiental" que tan bien le va a la Historia, y en especial, a la pequeña historia de una época determinada, de un individuo o de un momento, siempre y cuando semejante color no signifique fantasía y sobre todo fantasía que pueda perjudicar a la realidad. Antes de terminar, quiero dedicar estas páginas al pueblo venezolano. A Simón Bolívar, el Libertador, símbolo de la libertad y de la unidad de la patria Y a todos aquellos hombres que, luchando ardientemente contra la dominación española, lograron un día conquistar la Independencia y el bienestar para esta heroica y gloriosa tierra de Venezuela, mi Venezuela.


                                                                       París, diciembre de 1953.

martes, 4 de junio de 2013

Antonio José de Sucre (1795 1830) Un Libertario Integral por Eloy Reverón

Cuando pretendemos enfocar la visión de nuestro pasado desde una perspectiva revolucionaria transitamos un terreno fangoso, lleno de 
contradicciones esenciales que lejos de llevarnos a un destino de cambio, nos envuelve en una red que no estamos en condición de visualizar hasta tanto adoptemos la posición del arácnido. Luce muy revolucionario llamar anti-imperialista a un prócer de la libertad, podría ser hasta obvio; pero como todos los anti, terminan sepultando la esencia de los pro. El culto a los héroes ha sido la técnica utilizada por la clase dominante para conducir el proceso de consolidación de su hegemonía sobre los demás sectores de la sociedad.

Sucre nace en un momento histórico crucial para la historia del sistema mundo. Lo que Enrique Dussel califica como modernidad madura en el  Reino Unido y Francia, el despegue civilizatorio que a finales del siglo XVIII dejará por primera vez atrás a la cultura del valle del Yangzé en China y a Indostán. Es casi por azar que la Revolución Industrial generará una aceleración a nivel técnico instrumental que colocarán a Europa en posición favorable para ejercer su hegemonía, y contará con la Ilustración, como filosofía política que sólo con Hegel alcanzará su esplendor profundamente distorsionante y eurocéntrico, según las intensas y extensas investigaciones realizadas por el citado investigador.

De tal manera que corremos el riesgo de alejarnos del meollo del asunto cuando nos detenemos en exaltar la figura histórica del héroe. El riesgo que Enrique Bernardo Núñez se cansó de advertir ilustrando con el ejemplo del templo de Cirene, sin que el eco de su voz llegase a quienes pretenden conducirnos por la senda liberadora iniciada por un grupo de próceres muy valientes y audaces, pero incapaces de asimilar en conjunto, lo que en escasos casos particulares como el de Sucre, fueron capaces de obrar en consecuencia del cambio que en la estructura geopolítica mundial se estaba gestando desde finales del siglo XVIII.
Imperialismo como doctrina que justifica el dominio de un Estado sobre otro mediante el uso de la fuerza militar, económica o política es posterior al colonialismo con el cual se suele confundir, atribuyendo al primero solo el dominio político territorial. El imperialismo es posterior al colonialismo que está ubicado desde la primera expansión europea en 1492, pero este último, no borra completamente los efectos del colonialismo. Algunos lo definen como una fase más avanzada del colonialismo cuando varias potencias coloniales deciden repartirse el mundo durante el último tercio del siglo XIX, llevando esta competencia a la Primera Guerra Mundial.



Sucre fue asesinado para que el proyecto bolivariano perdiera su continuidad. Emergían nuevas formas de colonialismo, el imperialismo se consolidaría en la tercera mitad del siglo XIX. Tres días antes de la muerte del Gran Mariscal, el diario El Demócrata, de Bogotá señalaba que “tal vez Obando haría con Sucre lo que no hicimos con Bolívar”. 

Detrás de esta nueva estructura geopolítica que afincaba sus garras sobre los pedazos del imperio español recién desmembrado está la ideología política con matices de filosofía política con la que la Ilustración europea construye la justificación de su hegemonía, una fabricación ideológica y epistemológica que habían ocultado durante más de dos siglos y que se encuentra en pleno proceso de deconstrucción desde hace más de cuatro décadas, pero cuando el trabajo no ha terminado y comprendido, situación que impide a muchos, el libre acceso a la realidad global en que vivimos.

El tema está en que la atención por los personajes nos distrae del contexto total en la inmensa red de elementos que conforman la realidad histórica. Una visión históricaliberadora deberá trascender todos los estereotipos  prefabricados e impuestos por la cultura de dominación eurocéntrica, entender que la visión periférica debe ser transmoderna, significa desmontar el discurso de dominación y crear su propio vocabulario en función de la propia realidad.

domingo, 7 de abril de 2013

Una Lección de Ética por Josu Landa

Queridos/as amigos/as y colegas:
            El 16 de marzo pasado, el escritor venezolano Ibsen Martínez publicó, en el diario Tal Cual, un artículo titulado "Fandango de locos", en el que pueden leerse expresiones claramente racistas.
            Pienso que tales locuciones no deben ser proferidas en ninguna época, mucho menos en pleno siglo XXI. Por supuesto, también juzgo que los sentimientos y actitudes a que remite tal clase de palabras no deben encontrar cabida en ningún cerebro o conciencia.
            Considero que, al margen de sus posturas ideológicas y sus inclinaciones políticas, un intelectual debe contribuir a la civilidad, al debate de altura y al impulso de un genuino espíritu democrático. Las libertades de expresión y de crítica no pueden justificar el escarnio y el desprecio en detrimento de nadie. Este precepto ético debe ser de observancia aún más perentoria, cuidadosa y estricta, cuando se trata de sectores del género humano históricamente humillados, explotados sin piedad y sometidos a las peores violaciones y violencias.
            Ésas son las razones por las cuales me permití replicar a IM, conforme con los límites de espacio de la publicación en la que expuso lo que le critico. No está ahí todo lo que podría decirse, pero espero que ese puñado de palabras al menos sirva para estimular la reflexión sobre el problema de fondo allí abordado y para cimentar una lucha contra todo acto y gesto que envilezca el debate político ideológico, a costa de los derechos y los requerimientos de justicia de millones de personas.
            Si alguno de ustedes lo considera justo y necesario, puede difundir el escrito anexo. De antemano, gracias para quien tenga la bondad de hacerlo.
            Cordialmente,
            Josu Landa

El Artículo (Réplica): 
E n "Fandango de locos" ( Tal- Cual , 16-3-2013), Ibsen Martínez incurre en dos modos del desprecio a los débiles: el clasismo y el racismo. Ambos coliden con el espíritu democrático y lastiman a millones de personas. 

Ibsen Martínez da por buena la caracterización de Venezuela como un "fandango de locos", hecha por María Antonia Bolívar, tras la Independencia. ¿En qué se basa para validar esa expresión del asco mantuano contra la "pardocracia"? En nada estimable. El que haya sido la hermana mayor de Simón Bolívar quien profirió ambos exabruptos no les confiere un ápice de verdad. Al contrario: las reacciones proimperialistas de la máxima oligarca, luego de perder sus privilegios, confirman el fondo egoísta y retrógrada del que sólo puede surgir su sesgada lectura de aquella Venezuela. Todo el que ve obstruida su voluntad de dominio reacciona de manera análoga, máxime si ello se debe a la rebelión de quienes venía sometiendo. ¿De qué nos sirve ahora la opinión de la mantuana resentida, si no es como dato curioso y digno de repugnancia o de piedad condescendiente?, ¿qué alegría quiere Ibsen Martínez que extraigamos de tan vulgar historia? Donde sí hay grandeza es en lo que hace Simón Bolívar: trascender su condición de aristócrata a costa de su vida y sus caudales, apostar por la libertad y todos los buenos valores de la modernidad ilustrada, jugársela por la autonomía política y ética inherente a la kantiana "mayoría de edad" histórica, tras superar el ancien 
régime. ¿Acaso considera el escritor que 
Venezuela estaría mejor, si continuara siendo una Colonia española? Si es así, allá él; tiene todo el derecho de hacerlo. 

A lo que no tiene derecho Ibsen Martínez es a vilipendiar a nadie. Tras celebrar los gruñidos de M. A. Bolívar, propone la noción "merienda de negros" --supuesto equivalente exacto de "fandango de locos"-- para definir la situación política venezolana, a la muerte de Hugo Chávez. 

El escritor perpetra, así, un acto de racismo puro y duro: el desprecio supremacista hacia la chusma "africana", en comunión caótica, infrahumana, en torno al cadáver de su líder y héroe. La fácil pseudoantropología de la merienda de negros no da para más, pero induce a obviar el examen del complejo proceso de elaboración popular del héroe: la divinización de un hombre extraordinario --es decir, más allá del común-- fenómeno del que no ha podido prescindir ninguna civilización. 

Dado que la muerte del presidente Chávez es un acontecimiento político, es esperable que sus adeptos traten de redituar el sentimiento épico de la vida que marca el duelo popular subsecuente. Así es la política. Es igual de esperable que eso moleste a gente como Ibsen Martínez. Pero esa previsible irritación no le autoriza a agredir a quienes viven con inocencia ese proceso, dibujándolos como una turba de seres inferiores, genéticamente proclives a una voracidad salvaje que deviene siempre caos irremediable. 

No entiendo cómo Ibsen Martínez asume "merienda de negros" como una alocución "simpatiquísima". El racismo conjuga la estupidez de cifrar la valía de un ser humano en algo, por ejemplo, tan vacuo como el color de la piel, con la miseria moral de segregar, explotar a lo bestia y mancillar a quien se ha estigmatizado como inferior, con base en esa clase de criterios. 

¿Puede haber algo más repelente? ¿Se dirá que exagero? A ver: para empezar, el inevitable diccionario de la Real Academia Española dice que "merienda de negros" significa "confusión y desorden en que nadie se entiende". Nada simpático, pese a ser una definición light, pues, borra el simbolismo salvaje --¿también caníbal?-subyacente en la asociación entre negro y merienda. Para seguir: un recorrido histórico por los usos del término en cuestión sólo me ha aportado referencias de cariz despectivo, es decir, racista. 

Acaso crea Ibsen Martínez que el tono humorístico con que manosea estereotipos sobre la gente de origen africano lo exime de ser señalado como racista. El racismo es una actitud proteica, dada a manifestarse incluso contra la voluntad del sujeto consciente. Es como la piel reseca de un animal bajo el sol: si se la pisa en un punto, se eleva otra parte del cuero tieso. 

No es una fatalidad, sino un problema de respeto al diferente y de educación democrática. Como sea, el giro semigamberro empeora las efusiones racistas, porque algo tan repulsivo no admite jueguitos simpaticoides. Esto es algo que sabe hasta el frívolo de Tarantino, quien ha mostrado con Django la urgencia de combatir el racismo, aun con los más estultos tópicos del 
western hollywoodense. En todo caso, son 
sus víctimas quienes determinan, con más autoridad que nadie, si un acto es racista, no el victimario. 

Aparte de atropellar gratuitamente, Ibsen Martínez ejecuta una involución premodernista, rumbo a las raíces de todo avatar del fascismo. Si él y 
Tal Cual van a ser congruentes con el democratismo que dicen profesar, deben subsanar tamaña desmesura y hacer algo por elevar éticamente y modernizar el debate ideológico, en una sociedad polarizada en extremo, como la venezolana. Algo como retractarse, pedir perdón a las víctimas y prometer no reincidir. Espero que lo hagan pronto. 

Eso sería lo único "simpatiquísimo" en este desagradable asunto. 

Ciudad de México, 29-3-2013

miércoles, 3 de abril de 2013

Vuelo de paracaídas Por Eloy Reverón


Foto Eloy Reverón 2004
Plenos de confianza elevada la mirada cuando su rostro se dibuja en el algodón de las nubes. Su visión para este mundo, vale por la vista de todos los pintores.

Salto gigantesco sobre la tierra que vale por el de todos los soldados, así no más, para que nadie se haya dado el lujo de no verlo.
 La gente encuentra en su palabra, la contemplación de enseñanza cotidiana, etérea y virtual, vale por la de todos los libros.

Imagen que planea desde el cielo, llega tenue hasta la tierra, después de recorrer con su mirada el mundo, su emoción palpita por todos los corazones.

La gente observa en la mente su sonrisa y se transforma, abre el paracaídas desde el cielo, su vuelo vale por el de todos los cóndores.

En silencio contemplamos su vida transparente, partiendo a la hora de los santos, con paso de soldado enlutecido para el cuartel de la montaña.

Llegó con el llanto de millones, todos valen por una sola de sus lágrimas.
 
Desde allí se mira junto a todos contemplando la esperanza sembrada, silencioso como nunca observa este mundo porque su voluntad no ha sido satisfecha todavía.

lunes, 1 de abril de 2013

Domingo de Resurrección por Eloy Reverón


El fruto madura antes de que pueda desarrollarse en nuevo germen. Vivimos momentos de trance entre la muerte y la vida. Lo luminoso es invencible, el Hombre sepultado engendra una nueva vida en la tierra.

No podemos ir a lugar alguno con los corazones desintegrados. Los vulgares se hacen sentir tan solo con insultos al dolor de la familia para indignar a los nobles y obligarlos a mostrar su sombra heridos de compasión. Es noble observar la mengua y el incremento; la plenitud y el vacío. La quietud no implica indefensión, implica la espera del momento más efectivo para el movimiento.

Son aquellos instantes cuando los superiores incrementan sus dádivas a los inferiores a fin de asegurar su posición. Se aproxima el momento de unir las fuerzas, ampliar la base del valle para evitar el derrumbe de la montaña.

La desventura se llora tras la pérdida de los perseverantes. Peligro. El movimiento se ha roto en su base, quedan en su cargo los más solidarios. El peligro es pasajero cuando no se le ignora. Los impedimentos van cediendo uno a uno. Es apenas ahora, cuando se inicia el camino hacia la liberación.

Foto Jesús Goite Caracas, Filven 2013 
Es el tiempo cuando las tensiones se disuelven, es preciso mantener condiciones normales. Vivimos épocas de viraje. 
Las lágrimas brotan como lluvia liberadora de cargas que oprimen pero obtienen efectos salvadores y estimulantes que se manifiestan en la vida de los ciudadanos. En tales circunstancias, es importante que nadie intente exagerar el valor del triunfo. No avanzar más allá de lo indispensable. Retornar al orden de la vida, no bien alcanzada la liberación es lo que aporta ventura. Que las lágrimas laven los errores.

Cuando aún quedan restos por elaborar, es preciso hacerlo ya. Con todo aclarado no habrá demoras ni dilaciones. 



miércoles, 27 de marzo de 2013

Monseñor Urosa pide no comparar a Chávez con Cristo Eloy Reverón

Jesús de Nazaret fue un preso político, torturado brutalmente, asesinado porque resultó una amenaza para el orden público, entregado por el Consejo supremo de los judíos, en el que se trataban y decidían los asuntos de estado y de religión (Sanedrín); resultaron temerosos a las represalias que el Imperio romano pudiera tomar contra esta colonia de sus dominios. 

Un tipo subversivo porque mostró a los pobres un camino de liberación a través del amor y el perdón. Las autoridades religiosas lo prefirieron muerto que expulsando a los mercaderes del templo, quien además gozaba de un profundo liderazgo espiritual porque llenó de esperanzas a pobres y ricos, capaces de abandonar todo por seguirlo. En aquellos tiempos la religión y política no se concebían como asuntos separados. 

Sus seguidores se fueron congregando en los túneles subterráneos de la ciudad capital del imperio, contagiaron con el ejemplo del Nazareno hasta que el Imperio se vio sustituido por la veneración del pueblo de Dios hacia su hijo hecho hombre, el mismo hijo de Dios hecho hombre pobre, hijo de carpintero, nacido en un pueblito insignificante de Judea quien sacrificó su vida para salvarnos.

En su homilía, según la fuente, Urosa afirma que Jesucristo no es ningún líder social. ¿Porqué le pide a la gente lo que no establezca relaciones con un personaje de quien se ha dicho todo lo que se ha dicho? Manténganse en contacto, vamos a revisar la homilía para descubrir en el análisis de su discurso, las motivaciones de Monseñor para hacer semejante petición.  


Desde que la palabra de Dios llegó a Nuestra América claman los imitadores de Jesús, por los "condenados de la tierra". También una jerarquía que justifica la conquista desde la Universidad de Salamanca.

Crisis en Chipre


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Chipriotas resignados ante el avance del plan rescate . Sigue la cobertura de (VIDEO)

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