jueves, 12 de julio de 2012

Fundación de Caracas desde la perspectiva de la Teoría Bolivariana de la Historia. por Eloy Reverón


 El presente texto corresponde al ayuda memoria elaborado por el autor para su participación en el foro, dedicado a todos los compatriotas que nos honraron con su presencia. El Foro fue  organizado por el Gobierno del Distrito Capital con el título: FUNDACIÓN DE CARACAS O MASACRE ¿Qué recordamos el 25 de Julio? Al norte de la Plaza Bolívar, el martes 10 de julio de 2012.
Desde una visión estratégica para enfocar la Historia que construimos desde los años noventa, podemos  apreciar un panorama diferente al establecido por el discurso tradicional, donde no ha dejado de prevalecer la justificación del dominio colonial. Esta perspectiva estratégica de la Historia se ubica desde la lucha militar, política, religiosa, económica e ideológica, pero ahora observadas como fuerzas en conflicto, como vectores de una fuerza de dominio colonial que invade a una muchedumbre de pobladores que resisten. Cuando los vectores de la fuerza de dominación dejan de ser superiores a los de la resistencia, se produce la liberación de las fuerzas históricas de dominación. 
Partiendo la premisa enunciada, Diego de Lozada materializó una invasión militar que lo convertiría en el Señor de la ciudad. Para tales efectos debió protocolizar mediante un acto jurídico perpetuado en un documento registrado en el libro de actas correspondiente, y enviadas las copias a la Corona, y a las autoridades de la Iglesia con el respectivo protocolo para la creación de las parroquias, con la ineludible bendición de la Cruz. Racionalmente procederían a construir el cuartel, las murallas y toda la estructura estratégica para la defensa de la ciudad. Apenas establecieron un cuartel y algunas rancherías.
El tema es que no se ha hallado el documento de la Fundación de Caracas, simplemente porque no fundaron ciudad alguna. Se trataba de un cuartel, el control de un lugar estratégico por excelencia. La resistencia de los pobladores locales, estimados en cerca de 40.000 supone un estado de sitio algo difícil de desestimar. Tres siglos más tarde Simón Bolívar lo dijo, refiriéndose ya a Venezuela, como cuartel, a Bogotá como Universidad y a Quito como convento. No lo digo porque lo haya dicho El Libertador, sino porque su visión histórica corresponde a la de un estratega. Esta perspectiva pertenece también a los guerreros originarios que supieron asegurar su espacio estratégico para la resistencia.
Por eso tardaron un cuarto de siglo  en encontrar la primera guarida de Guaicaipuro. Corresponde al espacio que media entre la parte norte del entonces río Caroata y el río Catuche. Después que Guaicaipuro se vio obligado a retirarse a las montañas de Siriapo o Suriapo, el cuartel se fue perfilando como una aldea.
Además de las razones estratégicas que argumentan el hecho de que no hubo fundación, por consiguiente no hubo acta, y esto explica que un documento tan primordial nunca hubiera aparecido; existe otra causa (menos posible) por la cual no levantarían acta de fundación: por temor a las represarías como le había sucedido poco tiempo antes a Rodríguez Suárez con la fundación de Mérida, lo cual fue considerado como un acto de desacato o de tomarse atribuciones sin permiso, le esperaba la pena de muerte, a la cual escapó buscando el primer asilo político de esta historia, el cual le fue otorgado por su paisano estremeño en Trujillo, y de allí enviado al Tocuyo para encaminarse hacia el valle del Guaire, en cuyas cercanías habían descubierto unas minas de oro.  Un valle “marítimo” protegido por una muralla natural de mil y mil metros de altura sobre el puerto de La Guaira.
Pero quedan más razones estratégicas, la gran atalaya, el Guaraira Repano, montaña ubicada entre el Guaire y La Guaira. Esa fortaleza había mantenido en resguardo al valle sagrado de los Kariná, Kariñas, o Caribes, familia de los Tainos, guerreros navegantes probablemente descendientes de Guaraníes y de otras etnias de navegantes llegados más de 20.000 años atrás desde la Polinesia, con la ayuda de recios remeros o de algún sunami. No es fortuito que en el camino de los indios, en las inmediaciones de la Fila Maestra existiera un a monumento de piedra en forma de ave que coincide con la leyenda del Cacique Naiguatá que conversaba con las aves desde la lo alto de la montaña. Naiguatá era hermano de Charaima, abuelo materno de Francisco Fajardo. Además de aves podía divisar cualquier incursión de los Tainos de Quisqueya, de cuyas relaciones políticas tenemos escasa información. Sabemos que eran hombres aguerridos, estrategas de mar y tierra.
Además hay razones tácticas que niegan la posibilidad de una fundación a finales de julio, fecha de grandes precipitaciones. La incursión de Lozada desde el Tocuyo, los ubica en el Valle de la Pascua porque pasaron la Semana santa de 1567 en ese lugar conocido por los nativos como coche que quiere decir conejo. No es fortuito que en las inmediaciones de lo que es hoy Coche, quede en frente la hacienda Conejo Blanco. Siguiendo el curso del río Valle hasta su desembocadura en el Guaire  donde se presume que había ubicado su hato Francisco Fajardo, otros piensan que más al norte por la actual Catia. No olvidemos que para cruzar el Guaire tenían que hacerlo más arriba de la conjunción del río Macarao con el San Pedro, venían por la cima de las Lagunetas desde las Tejerías o El Consejo. Pero sobre todo antes del crecimiento de los ríos. Esto también es un asunto táctico como veremos.
Las razones tácticas obedecen a que necesitaban tiempo seco para maniobrar con los caballos, y poder encender las mechas de los arcabuces y los cañones, única ventaja comparativa contra los agredidos defensores. Eso lo pudieron hacer antes de las primeras lluvias de mayo, nunca en julio o agosto. Esto le daría tiempo suficiente para encontrar claridad de cielo para divisar el mejor lugar estratégico e iniciar la ocupación del valle, el lugar donde establecer el cuartel principal.
Lozada debió tener alguna información sobre esa zona protegida por las barrancas que dan hacia el Caroata y el catuche, punto medio donde buscarían como salida del camino de Sanchorquis hasta los altos de la actual Maiquetía. Una vez conquistada esa loma que hoy constituye la parroquia Altagracia, tendría Lozada el lugar estratégico para construir los túneles que llevarían el agua desde el fondo de los ríos hasta las pilas, con un sistema de túneles como el que podemos apreciar en la casa Mendoza entre Jesuitas y Veroes, o el túnel de la Casa Amarilla por donde escapó el Gobernador Castellanos.
El sistema estratégico para resistir a los ataques de la india_nidad y luego de los piratas, consistía en un sistema de túneles paralelos a los ductos de agua  que comunicaban a los solares, por vía subterránea, con la plaza de Armas, depósitos de pólvora y de instrumentos de guerra en el sótano de la Plaza Central.   


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