sábado, 7 de julio de 2012

La Masonería por Eloy Reverón Julio de 2012

La Masonería emerge de una tradición de constructores. Masón quiere decir albañil, alarife, obrero de la construcción. Los masones se reúnen en logias. Logia sugiere encubrimiento, discreción e incluso hasta la organización de una sociedad secreta.
La Masonería emerge de una tradición de constructores. Masón quiere decir albañil, alarife, obrero de la construcción. Los masones se reúnen en logias. Logia sugiere encubrimiento, discreción e incluso hasta la organización de una sociedad secreta.
Desde que el ser humano conquistó el fuego y sacó a las fieras de las cavernas trató de sostener el techo de sus cuevas construyendo columnas, allí comienza la tradición arquitectónica que pasó por las pirámides y llegó hasta la construcción de las grandes catedrales, mezquitas y sinagogas.
Existe una masonería moderna que pretende ser heredera de la más antigua tradición. El historiador francés Carlos Bernardin revisó más de 200 obras donde exponen diferentes orígenes de la masonería en 1910. De sus orígenes imprecisos y del secreto de sus símbolos extrajo su atractivo. El historiador francés FBT Clavel, contó más de un centenar de sociedades secretas en el París de comienzos del siglo XIX. Entonces podemos hablar de Masonería y Masonerías, de sociedades secretas y discretas que se reúnen en logias o cofradías. Liberi muratori, o logias de conventos, logias militares y clubes políticos de conspiradores, masonería misógina y masonería mixta.
A Venezuela llega por la vía de las guarniciones militares, difundidas entre los oficiales de alto rango, tanto de la Legión Británica como en el ejército invasor comandado por el general Pablo Morillo. Otros venezolanos tuvieron experiencias masónicas en sus viajes, como Bolívar, Santos Michelena, pero no así Francisco de Miranda, aunque este sea reconocido por la masonería mirandiana como fundador de la Orden en América. A partir del 8 de noviembre 1828, la Masonería y todas las sociedades secretas, sea cual fuere su denominación, fueron proscritas en todo el territorio de la entonces Gran Colombia mediante decreto firmado por el Libertador Simón Bolívar, después del atentado perpetrado contra su vida el 25 de septiembre de 1828.
No fue sino hasta después de 1840, cuando Diego Bautista Urbaneja comienza a organizar a los masones dispersos en una forma pre política del partido liberal y del conservador. Un evento memorable fue la llegada de un joyero de origen francés, de apellido Cerneau, quien usurpó los poderes de una de los grandes aerópagos masónicos estadounidenses, para otorgar el grado 33 a cuanto caballero notable anotó en una lista que fue conservada en la colección documental de Blanco y Azpúrua. Así comienza la historia de los altos grados masónicos (grados laterales según Alex Mellor) en Venezuela, una suerte de masonería dentro de la masonería, causa de gran cantidad de cismas masónicos.
Sobre la Historia de la Masonería en Venezuela, he escrito una tesis de grado,  dictado cátedra en la Universidad Central de Venezuela,  he escrito libros, folletos y gran cantidad de artículos, y conferencias, en Venezuela, México y en Cuba. Si tengo que resumir su historia de una institución cuyo principio fundamental es la unión, tendría que decir que es la historia de sus divisiones. Pero esto no es lo más contradictorio, sino que los grandes aportes de los masones venezolanos del siglo XIX, son desconocidos para los masones quienes después de 1950 le rinden culto al templo de Cirene, concentrados en el culto a los héroes, perdiendo la brújula de su pasado.

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