viernes, 22 de marzo de 2013

APUNTES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA TEORÍA BOLIVARIANA DE LA HISTORIA Eloy Reverón

El 4 de febrero de 1992 marca un hito dentro de la reflexión ante la posibilidad de una teoría bolivariana de la historia porque el teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías habló, dijo lo que dijo y se hizo famoso por eso. Eso ya lo hemos contado y muchos otros antes que nosotros. Lo que nos interesa en este instante es precisar quién lo escuchó para que todo lo que dijera entrara directamente a la Historia.
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 Su voz llegó al mundo entero filtrada por los intereses de la colonialidad del poder, por su ideología de dominación y por un concepto de que la historia es un depósito de recuerdos que sirven para estimular sentimientos románticos y volverlos a colocar en el depósito de anticuarios. Al menos esta es la perspectiva que expresó una edición especial del Diario de Caracas, del mismo 4 de febrero de 1992.

Su voz llegó directamente al público televidente. Entre ese público televidente existen millones de personas intoxicadas de información a quienes les queda o no lo que su mente almacene y este mensaje estará filtrado por la ideología que en torno acompañó a la noticia.

A nosotros nos interesa un grupo indefinido de venezolanos sufrientes que piensan y la humanidad pensante que sufre. No es un juego de palabras porque las palabras del Comandante salieron de manera espontánea, de manera instintiva; pudiéramos calificarla incluso de irracional si es necesario para saber desde donde salieron esas palabras. De la misma manera salieron las frases de Simón Bolívar en la Sociedad Patriótica cuando gritó que 300 años de espera no eran suficientes. No era El Libertador quien hablaba, era la voz de un joven mantuano, propietario de esclavos, cuya familia de origen vasco se había enriquecido en lo que, también poéticamente expresó Francisco Herrera Luque en Los Amos del Valle, la conquista económica de Venezuela.

Ese joven se encaramó en la cresta de una ola desde un sentimiento, no desde un proyecto político. Chávez intentaba seguir los pasos militares de su mentor espiritual, Simón Bolívar y las ironías de la historia lo convirtieron en un prócer civil, en un apóstol espiritual, un conductor de pueblos porque trajo algo que ningún político podía traer ni podrán traer porque lo dejó como un legado cultural. Es una virtud teologal que los religiosos con ínfula de líderes tampoco fueron capaces de transmitir a tantas personas en tan pocos instantes. El Comandante fue portador de una buena nueva, la Esperanza, la Fe y la Caridad. Las tres virtudes teologales transmitidas a través del don que Dios le dio para su pueblo: la palabra.
Luis Britto en el
Congreso de
Historia Regional
Estaba convencida la humanidad pensante que sufría los embates de un despojo económico que eufemísticamente llamaban “crisis económica” sus autores. Pero lo que estaba sucediendo forma parte de lo que muy inteligentemente llamó Luis Britto García, el estallido de la cuarta guerramundial, cuando el pueblo de Caracas, Guarenas y La Guaira gritó no al “Paquetazo” de medidas económicas impuestas por el Fondo Monetario Internacional. El grito de “los pobres quieren pan” que acompañó a la ola de saqueos que ese pueblo enardecido que saqueaba los negocios de las principales ciudades del país, fue reprimido brutalmente, y el recuerdo de ese trágico episodio trajo al inconsciente colectivo una frase que fue repetida con frecuencia: Venezuela es otra.

Después vino la rebelión del Comandante Marco y la Indianidad de Chiapas, durante la primera mañana del año 1994, cuando entraba en vigencia la firma del tratado de “libre” comercio firmado por México y Estados Unidos. 
Las trayectorias de los dos comandantes tuvieron alcances diferentes en el tiempo histórico, pero ambas obedecían a la misma conciencia mística a la que hizo referencia el Filósofo Leopoldo Zea dentro de su visión bolivariana, en cuanto a la filosofía como liberación, cuando se refería a la conciencia revolucionaria como una línea heredada del pasado, en cuanto a un mismo tiempo donde los seres humanos realizan los sueños que temporalmente vienen del pasado desde el espíritu de los libertadores hacia quienes invocan ese espíritu de seres como Bolívar, Martí, Fidel, sucesivamente cada uno al anterior, y que Hugo Chávez Frías engullía a todos, inspiraba y actuaba para su praxis revolucionaria, se detenía a revisar, rectificar, y reimpulsar.
Estas tres erres también pueden ser incluidas en los apuntes para una teoría bolivariana de la historia, bolivariana en cuanto a argumento liberador. Dijo textualmente: “yo estoy tratando de dar el ejemplo. Estoy revisando, estoy reviendo e invito a todos en el Gobierno, en las instituciones, en los medios a cumplir con esto, que es aplicable en todos los ámbitos”. (Caracas, 31 de diciembre de 2007)
De igual manera, la posibilidad de una Teoría Bolivariana de la Historia deberá permanecer en constante revisión, rectificación y reimpulso porque una revolución es un proceso infinito.

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