Ahora podemos decir quién fue Hugo Chávez porque lo que tenía que hacer lo hizo, y para lo que le faltó por hacer, cuenta con todos. Su vida resume el ejemplo de que la consciencia mística se pone de manifiesto cuando se asume que no existe separación entre el pasado y el porvenir porque él se movió en el presente hacia la dirección del cumplimiento del sueño bolivariano que para la humanidad será tan solo un sueño mientras no realicemos con conocimiento de causa y esperanza, los cinco objetivos históricos que nos legó.
Es posible que el vacío que nos deja su
partida, sea una partícula de nosotros que muere con él, y lo más relevante: deja vivo en nosotros su espíritu y la rebeldía dignificada. Grande ha sido la
esperanza que trajo al mundo porque hay un pueblo mucho más grande que cree en
él.
Eloy Reverón, Caracas, 5 de marzo de
2013
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